Estudio demográfico de la pedanía de Gebas, de Alhama de Murcia, familia por familia y casa por casa en los últimos doscientos años.
Los primeros datos documentales a los que podemos acceder los fechamos en el año 1756 en que se llevó a cabo el Catastro del Marqués de la Ensenada. En esa época aparecen documentadas en Gebas una agrupación de siete viviendas colindantes entre sí, que resulta un número superior al que se detecta en El Berro, con solamente cinco viviendas diseminadas.
La palabra Gebas parece derivarse de la palabra «gea» (gaea en latín), usada para designar una tierra inorgánica, sin mucha vida vegetal ni animal (gea>geas>gebas), las «bad-lands» o «tierras malas» de la geomorfología; una zona situada en el borde que forma una llanura mesetaria con la depresión formada en su día por las aguas procedentes desde el oeste a causa de la elevación de Sierra Espuña, lo que dio lugar a una serie de barrancos cuyo eje principal es en la actualidad la Rambla de Algeciras.
El territorio de Gebas se encontraba en una zona en la que teóricamente debía haber existido un asentamiento humano de cierta importancia al encontrarse junto a un ruta con un cierto tránsito de mercancias, existir manantiales de agua y zonas de regadio, amplios campos de cereal y extensas zonas de pastos, pero posiblemente la inseguridad de una zona muy aislada, al igual que el resto de la sierra, dio lugar a que en la zona no existiera desde el siglo XVII más que dos o tres viviendas como restos de una presencia islámica residuo a su vez de la existencia de alguna villa de la época romana.